lunes, 26 de diciembre de 2011

Mabel / Inscrita bajo sospecha

Escribir puede ser un oficio para muchos o destino ineludible para los escritores entre los que crecí, muchas horas de mi vida han transcurrido en esas reuniones apasionadas y bulliciosas, oyendo leer poesía, escuchando canciones recién compuestas, comentando libros, disfrutando de la magia que rondaba estas reuniones y nos coronaba como elegidos.

Muchas veces me pregunté por qué si mi cabeza estallaba de deseos no podía escribir nada desde hacía mucho tiempo, la otra noche encontré respuesta para sustituir los hombros encogidos que funcionaban como excusa tipo no sé y ya está.

El jueves estuvimos en la presentación del libro de cuentos Inscrita bajo sospecha de la escritora y profesora cubana Mabel Cuesta (Betania, 2010), libro avalado por un prólogo perfecto de Odette Alonso y por un exhaustivo artículo posterior de Aymée Bolaños, la presentación, emotiva e inspirada, estuvo a cargo de la escritora María José Parejo.

Mabel llegó a mí, adolescente indecisa y oportuna, ansiosa de saber y de crear, respetuosa y admirada, amó a Vigía y consiguió de esa casa lo mejor que podía dar a su espíritu/esponja, adoró a Rubén, a Zaldívar, a Laura y nos miraba vivir desde su crisálida, devoró todo sin contención, hambrienta y se hizo mariposa, que es decir poeta.

Los cuentos de Mabel son su espejo, en ellos vemos las cavilaciones de su alma, transfigurada y migrada, amante generosa, su voz velada y cálida, nos llevó con ella a los puestos fronterizos, a los embarazosos interrogatorios, a las calles inhóspitas, a los sitios temporales, a los brazos de su amante, a la perplejidad, a la zozobra, al desatino. Pero cuando pudo dudar ya era, cuando pudo morir escribió y sobrevivió.

María José enlazaba sus palabras con sonrisas, Mabel leía sus cuentos por encima de la algarabía del bar, Rubén y Judith cantaban sus canciones amadas y rotundas, conversamos, comentamos, reímos… y la magia volvió cauta y familiar a rondar sobre nuestras cabezas.

Recordé la calle pantanosa frente a mi casa cuando era niña, después de uno de esos aguaceros torrenciales con el sol brillando que tanto extraño, y a mis amigos trazar caminos en el fango con un palito, mapa infantil sin planificación ni estrategia, nos íbamos pasando el palito y cada cual dibujaba lo que le apetecía en el fango, enlazando unas líneas con otras, diferentes, personales pero unidas.

Eso para mí es la poesía. Y eso me devolvió la noche con la obra de Mabel, las canciones de Rubén, la mirada atenta de Luis y el calor de los amigos.

7 comentarios:

  1. Gisela, querida... si yo he podido tener la valentia (quiza la osadez de publicar estos y mis otros textos) es por la fuerza que me dieron aquellos años a tu lado y los del resto del equipo, lo que fuimos, lo que somos, todo se fundo alli y toda mi gratitud es poca si de volver a aquella edad, aquella fe, se trata.
    Gracias por estar en cada uno de mis viajes a Madrid, y por ser cada dia mas feliz... no hay leccion mejor.Un abrazo muy conmovido,
    mabel

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  2. Gisela, entré ahora aquí para verificar tu dirección electrónica porque la he colgado (como uno de los espacios que sigo) en un blog de poesía que acabo de inaugurar, y para ver si encontraba tu correo. Hoy mismo le había pedido a Rubén tu dirección de correo para escribirte. Y ya ves, me encuentro con esta nota tuya en la que aparece gente que me es muy querida. Envidio tu "reunión". No conzco personalmente a Mabel, pero sí a través de Odette a la que admiro y quiero mucho. Con Rubén y Judith me unen ya lazos fraternales, y a ti comienzo a seguirte orientado por las pistas afectivas y literarias ya mencionadas. Lo dicho: envidio la velada. Me hubiera gustado compartirla. Gracias por dejar constancia de ella. Aprovecho para darte mi correo (jtniebla@jtniebla.com). Me gustaría tener el tuyo. Felices fiestas. Un abrazo. Jorge

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  3. Sencillamente exquisito.
    Has provocado unas reflexiones que convertí en entrada en mi blog. Vete allí.
    Y no evadas más ser escritora porque lo eres.

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  4. Vibro con sus textos.
    Las quiero a las dos.
    J.

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  5. Eres fantastica. Tienes q dejar fluir ese don q dios te ha dado. Lo vas postergando, te va ahogando todo eso q tienes dentro y despues te queda el sabor amargo de no haberlo hecho. Saluda a Mabel, si tienes algun ejemplar del libro, traemelo. Nos vemos en horas. Te amo

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  6. Es genial contar con la aprobación de ustedes, queridos, eso hace fácil el streck tease, soy feliz Mabel porque conocí el valor de cada cosa, hasta de la tristeza, aquí estaré o en cualquier sitio, pero siempre dispuesta a hundirme en tu abrazo.
    Jorge, gracias por hacerte asiduo de mi blog, Mabel es una persona estupenda, alegre e inteligente, cubana hasta la médula, te gustaría seguro.
    Rubén, cada entrada de mi blog lleva tus comentarios alentadores, un amigo me decía siempre que un escritor lo es aunque no escriba, eso seré?
    J, tu sensibilidad me premia y la certeza de tu cariño me arropa.
    Anónimo, me alegra que me ames, seguro que yo también, si nos veremos pronto seguro eres Lázaro o Yovani, es así? Hablaré con Mabel para llevarte el libro.

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  7. En mucho tiempo había olvidado visitar tus 35 metros cuadrados, hoy llego casi casualmente y encuentro esta "¿crítica?" que haces a los cuentos de tu amiga. Leo esas evocaciones de tu mágica y amorosa vida, que creo empezó cuando naciste, pero que parece tener sus mejores momentos cuando editabas "Vigía". Si no te viene otra musa más interesante dedicate a la crítica al menos, se parece a la martina, parece que besa y se disfruta mucho.

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